La enorme riqueza del corpus de estos signos labrados en los paramentos de las construcciones medievales no admite una sola explicación, aunque caben todas, y aquí es donde radica el problema de su interpretación y la dificultad a la hora de abordar su clasificación para establecer una terminología precisa a partir de cuadros comparativos que resulten útiles para su descripción.
¿Podemos afirmar que las marcas de cantero son una especie de alfabeto, el argot empleado por los constructores para preservar, de forma velada, algunos de los teoremas y las operaciones que les ayudaron a levantar las ermitas, iglesias y catedrales medievales? Si es así, debe ser posible inferir el mensaje que contienen si aplicamos el mismo código,por lo que abordaremos su estudio desde una perspectiva geométrica. El objetivo del taller de este curso de verano es realizar una aproximación histórica y repasar las nuevas propuestas surgidas a raíz de los últimos estudios para tratar de dar respuesta a esta cuestión.
Muchas gracias a todos por vuestras interesantes aportaciones. La verdad es que hemos disfrutado con vuestra compañía y atención. Os agradecemos el interés mostrado y vuestro apoyo al proyecto SIGNO. Y, por supuesto, gracias a Sandra Cerro por habernos dado la oportunidad de difundir nuestro trabajo y por tu tesón al tirar el taller adelante a pesar de las dificultades. ¡Ánimo Sandra!
En breve publicaremos algunas de las conclusiones que se desprenden del estudio de las marcas de cantería en forma de ballesta y un pequeño resumen sobre el estado actual de nuestras investigaciones y sobre el futuro del proyecto SIGNO.