Memoria del proyecto para la catalogación de marcas de cantería

El objetivo del proyecto SIGNO (Sociedad de Investigaciones Gliptográficas para la Normalización y Ordenación) es la recopilación de fotografías de marcas de cantería para su posterior clasificación y la confección de un catálogo en línea que ponga a disposición de los investigadores una herramienta mediante la cual poder realizar búsquedas por tipos, funciones, localizaciones y ubicación en las construcciones. De esta forma, es posible obtener los correspondientes cuadros cronológicos, comparativos y estadísticos mediante los cuales abordar el estudio de la evolución de sus formas y los diferentes tipos a lo largo del tiempo y los sucesivos estilos arquitectónicos.

 

Algunos ejemplos de la evolución de las formas de las marcas de cantería a lo largo de los siglos.

Para tratar de ordenar de la forma más lógica miles de fichas hoy disponemos de medios informáticos que facilitan el tratamiento de grandes volúmenes de información. Uno de nuestros principales objetivos con la confección del catálogo es poner a disposición de los investigadores una herramienta mediante la cual poder realizar búsquedas por construcciones, tipos y funciones, así como poder consultar sus frecuencias, lo que resulta de gran ayuda cuando se estudia la evolución de sus formas a lo largo del tiempo para confeccionar tablas comparativas. Para ello es indispensable contar con un sistema de clasificación basado en una base de datos normalizada que permita un acceso rápido a todo el material catalogado.

El trabajo fotográfico de recopilación es esencial para la confección del catálogo, una labor que, dada la enorme difusión geográfica y temporal del fenómeno, solo puede ser llevada a cabo mediante la coordinación a través de una plataforma que administre los trabajos de campo. Las fotografías, si cumplen unos requisitos mínimos, aportan más información que los dibujos, sujetos a la pericia y el mayor o menor rigor de quienes los trasladan al papel. En nuestro caso, el testimonio gráfico resulta imprescindible para abordar el estudio de las formas de las marcas de cantería y la geometría que en muchos casos hay implícita en sus diseños. Por otro lado, las fotografías permiten el análisis de todos los aspectos susceptibles de ser analizados, incluso de aquéllos que recogen los dibujos, como son la factura, indicativa de la herramienta empleada y la destreza del cantero, su estado de conservación y el tipo de pieza arquitectónica donde se encuentran grabadas.

Como indica Bianchi, buen conocedor de la problemática que plantean los estudios gliptográficos, las marcas de cantería son el argot que era empleado para la construcción de las edificaciones del que se desprenden indicios sobre la transmisión del saber, los métodos de trabajo a pie de obra, las formas de organización y, en definitiva, de toda una serie de aspectos relacionados con el contexto de cómo se aplicaba la geometría al oficio. Un legado grabado en la piedra mediante toda suerte de signos y figuras que forman un corpus geométrico de gran riqueza conceptual que conjuga significado y significante para dar razón de algunos de los fundamentos del arte y la ciencia de la construcción entre los siglos XI y XIV, una antigua tradición constructiva según la cual los números y las relaciones que se establecen entre ellos son el fundamento de las reglas de proporción que se deben seguir a la hora de proyectar los edificios.

 

El sistema de clasificación

Las diferentes propuestas sobre los posibles significados y funciones de las marcas de cantería surgidas desde que comenzaran las investigaciones gliptográficas a finales del siglo XIX están siendo objeto de una profunda revisión. Según la teoría más difundida, los canteros con sus marcas señalaban las piezas que tallaban para percibir el salario correspondiente. Hoy sabemos que en muchos casos cobraban por jornada y no por el número de piezas que producían. De todos modos, y aunque esto pudiera ser cierto en ciertos casos, supone una simplificación en exceso de la cuestión de un fenómeno que se manifiesta de muy diversas formas.

Como indica Álvaro Rendón, cuando el investigador se acerca por primera vez al conjunto de signos labrados en los muros de las construcciones medievales cree descubrir en ellos un lenguaje contenedor de todo tipo de mensajes esotéricos. Ahora bien, si alguna vez fue así, no tenemos la menor probabilidad de descifrar unas claves cuyos significados se perdieron hace siglos y, aunque así fuese, ¿cómo podríamos tener la certeza de haber dado con el mensaje correcto? Antes esta perspectiva sólo nos queda especular con los datos que tenemos, adoptar una actitud creativa y tratar de trasladar nuestra mentalidad moderna a la del cantero medieval. Una propuesta difícil y arriesgada que puede conducirnos a conclusiones erróneas sin valor alguno, por lo que se hace necesario, ante todo, consensuar un sistema de clasificación que admita el mayor número de lecturas que sea posible.

 

Las diferentes teorías sobre los posibles significados y funciones de las marcas de cantería.

La ordenación de las marcas de cantería que aplicamos en el proyecto SIGNO está basada en la clasificación establecida por Jean-Louis Van Belle, presidente del CIRG. (Centre International de Recherches Glyptographiques). El árbol de tipos contempla tres niveles de interpretación que no son excluyentes. Así tenemos que una marca de cantería tiene una forma, si nos atenemos a su apariencia, que puede ser geométrica o figurativa. Esta forma, a su vez, puede llevar asociada una función en relación al oficio de labrar la piedra. Finalmente, la marca de cantería también puede albergar un significado simbólico en relación a al contexto general de la práctica de la arquitectura en la Edad Media.

 

Niveles de clasificación de las marcas de cantería según formas, funciones y significados del catálogo del proyecto SIGNO.

Es una clasificación que integra las principales teorías sobre los posibles significados y funciones de las marcas de cantería mediante un árbol de tipos que abarca todo el espectro, lo que permite la ordenación de las marcas de cantería por más singulares o complejas que puedan llegar. Si convenimos que estos signos son un argot canteril deben tener, por tanto, unas funciones relacionadas con el oficio de labrar la piedra y la construcción, por lo que solo cobran sentido cuando son analizadas en función del contexto general de cada obra. Para su interpretación no solo es necesario, por tanto, conocer la historia del edificio, sino saber cómo trabajaban los diferentes grados de canteros, albañiles y oficiales, qué tipos de herramientas empleaban, las dificultades a las que se enfrentaban, cómo las resolvían y la forma en que se organizaban. Sólo de esta forma es posible abordar su clasificación con ciertas garantías.

Actualmente estamos completando la clasificación de las 11.000 marcas de cantería que hemos podido recopilar y relativas a 300 construcciones. El resultado de la catalogación se puede consultar en el siguiente enlace:

Clasificación de las marcas de cantería del proyecto SIGNO (tablas por tipos, funciones y posibles significados)

 

La estructura de la base de datos

La base de datos del proyecto SIGNO está preparada para catalogar las marcas de cantería según los parámetros requeridos por un levantamiento gliptográfico. El trabajo cooperativo es esencial en un proyecto que pretende recopilar miles de marcas de cantería relativas a cientos de construcciones. Para tratar toda esta información disponemos de los medios informáticos que facilitan el tratamiento de grandes volúmenes de datos. Al adjuntar las fotografías al catálogo se crean las fichas que permiten informar todas las características de las marcas de cantería y posibilitan su clasificación. 

Estructura de las fichas de las marcas de cantería del catálogo.

Todos los usuarios registrados en la página web cuentan con un espacio de trabajo donde guardar las fotografías y adquieren lo permisos necesarios para la administración de las fichas para su catalogación. De esta forma, queremos potenciar el trabajo en equipo y coordinar a través de la plataforma digital todas las acciones encaminadas a la recopilación de fotografías de marcas de cantería en la península Ibérica.

Al acceder a las fichas desde las listas de búsqueda, además de poder consultar las características de las marcas de cantería y el análisis geométrico de sus formas, se muestran todas las del mismo tipo y/o función presentes en la construcción. Una serie de iconos permiten filtrar en todo momento las consultas y realizar búsquedas por localizaciones, ubicaciones, tipos, formas y funciones.

 

Las diferentes opciones de filtrado de las fichas de las marcas de cantería.

 

Mediante los iconos de las fichas de las marcas de cantería se accede a las listas agrupadas por tipos y funciones y a las tablas de totales y frecuencias correspondientes:

  Filtrar por signos lapidarios con las mismas formas en la construcción.

  Filtrar por signos lapidarios con las mismas funciones en la construcción.

  Filtrar por signos lapidarios del mismo subtipo sígnico-ideográfico en la construcción.

  Filtrar por signos lapidarios con las mismas formas en todas las construcciones del catálogo.

  Filtrar por signos lapidarios con las mismas formas en todas las construcciones del catálogo.

  Filtrar por signos lapidarios del mismo subtipo sígnico-ideográfico en todas las construcciones del catálogo.

  Tablas de totales y frecuencias de tipos y funciones por construcción.

  Tablas de totales y frecuencia tipos, funciones y ubicación por construcción.

  Análisis geométricos de los signos lapidarios.

 

Los resultados de las consultas se presentan en listas ordenadas por fichas y construcciones. Son dinámicas, es decir, es posible en cualquier momento aplicar nuevos filtrados por tipos, funciones y ubicación respecto a una construcción en concreto o respecto al resto de construcciones catalogadas. Los paneles dinámicos ofrecen al investigador la posibilidad de ordenar miles de fotografías de una forma rápida y sencilla. El sistema también permite ordenar las marcas de cantería por su ubicación en función de las planimetrías de las construcciones donde se encuentran mediante la correspondiente nomenclatura. De esta forma, al trabajar por zonas hilada a hilada, queda recogido el testimonio que permite abordar el estudio de las diferentes etapas constructivas de los edificios.

 

Ejemplo de marcas de cantería catalogadas por tipos, formas y posiciones en la ermita de San Bartolomé de Ucero (Soria).

La plataforma digital en la que estamos trabajando para la clasificación de las marcas de cantería contempla todos los parámetros requeridos para realizar un levantamiento gliptográfico. Al adjuntar las fotografías al catálogo se crean las fichas que permiten informar las características, localización y tipología. Los usuarios registrados en la página web cuentan con un espacio de trabajo donde guardar los trabajos de campo y adquieren lo permisos necesarios para la administración de las fichas generadas. El trabajo cooperativo es esencial en un proyecto que pretende recopilar miles de marcas de cantería relativas a cientos de construcciones, por lo que la plataforma digital resulta el medio más idóneo para administrar y coordinar todas las acciones encaminadas a la recopilación y catalogación.

 

La dirección de nuestras investigaciones: las marcas de trazado

La gliptografía es una disciplina con un amplio campo de actuación que no solo se ocupa de las especialidades técnicas relativas a las herramientas empleadas y los métodos de trabajo de los canteros, sino también de las especialidades que tienen por objeto el estudio del pensamiento humano y sus formas de expresión para representar ideas mediante signos, lo que nos lleva a estudiar también la historia de las personas que grabaron los signos y cuáles eran sus ideales y creencias. Cada vez resulta más evidente que es imposible etiquetar bajo un mismo epígrafe la enorme variedad de tipos de marcas de cantería, desde las más sencillas y abundantes que servían de apoyo a los canteros y albañiles a pie de obra, hasta aquéllas otras menos frecuentes y más elaboradas. La diferencia entre unas y otras no solo viene determinada por la mayor o menor precisión en la factura, indicativa de la destreza del cantero, sino por la presencia de operaciones que requieren el uso de la regla y el compás e implican conocimientos de geometría, una ciencia que estaba siendo reintroducida en Europa gracias a la labor que se llevó a cabo desde la Escuela de Traductores de Toledo.

Las marcas de cantería de la siguiente imagen son un buen ejemplo de signos que podemos calificar como “especiales”. En ningún caso se trata de las firmas del cantero para cobrar su salario, pues solo están grabadas una vez en las construcciones donde se encuentran. Por otro lado, el tamaño, la calidad de la factura y la complejidad de los diseños no son los que esperan de las marcas realizadas para servir de apoyo durante la construcción de los edificios que no son ni mucho menos tan elaboradas, pues se buscaba un marcaje rápido de los bloques y las piezas talladas. 

Signos lapidarios singulares del monasterio de Santa María de Moreruela (Zamora) y la ermita de San Bartolomé de Ucero (Soria).

Hay casos en los que a la información arqueológica que nos proporcionan las marcas de cantería habría que añadir el valor que tienen por sus mismas formas en relación al contexto del que forman parte, es decir, la tradición constructiva medieval. Para ello hay que prestar la debida atención y adoptar una perspectiva multidisciplinar acorde al objeto de estudio, que no es otro que el de la manifestación de una disciplina, la arquitectura, que en la Edad Media se conformaba como una trama indisoluble entre arte y ciencia. En este sentido, ya sea por su valor arqueológico, que nos ayuda a reconstruir la historia de los edificios, o simbólico-representativo, en relación al oficio de labrar la piedra, las marcas de cantería son las notas a pie de página de un proceso en el que la materia bruta va dando paso a las formas regulares del edificio y se parte de lo más pequeño para llegar a lo más grande; de los bloques extraídos en la cantera a los sillares perfectamente escuadrados con los que levantar los muros y el preciso despiece de los arcos que han de sostener las bóvedas. Durante el transcurso de todo este proceso, la figura geométrica está constantemente presente, es la herramienta de trabajo del cantero y el maestro constructor. Era tan importante la geometría, tanto desde su aspecto técnico como espiritual, que llegó a adquirir un sentido sagrado, como recoge un pasaje del cuaderno de viajes de un maestro cantero inglés anónimo del siglo XIV.

«No te extrañes si te digo que toda ciencia vive entera de la ciencia de la geometría. Porque no hay ni artificio ni herramienta que esté hecho por la mano del hombre, sino que todos están hechos por geometría. Porque si un hombre trabaja con sus manos trabaja con algún tipo de herramienta y no hay ningún instrumento material en este mundo que no provenga de algún tipo de tierra y a la tierra volverá otra vez. Y no hay ningún instrumento, esto es, una herramienta para trabajar que no tenga alguna proporción más o menos. Y la proporción es medida, y la herramienta o instrumento es tierra. Y la geometría, se dice, es la medida de la tierra, por tanto, puedo afirmar que todos los hombres viven por geometría.»

En efecto, también las marcas de cantería tienen grados, no solo por la mayor o menor precisión de su factura, que denota la pericia del cantero, sino por la incorporación en algunos casos de reglas geométricas que implican conocimientos que no estaban al alcance de cualquiera. Además de las más comunes, utilizadas para consignar la autoría del trabajo y servir de apoyo a pie de obra, hay otras que son mucho más elaboradas porque incorporan en sus diseños trazados geométricos y que, incluso en algunas ocasiones, son el reflejo de las operaciones que sirvieron al maestro constructor para determinar las proporciones de una planta y su alzado o para diseñar el resto de elementos arquitectónicos que conforman el conjunto del edificio. Estos lapidarios constituirían un lenguaje caracterizado por ser la expresión de las operaciones que aquellos maestros de la escuadra y el compás utilizaban para resolver problemas relacionados con la medición de las extensiones y el cálculo de superficies, el testimonio de algún tipo de ejercicio ritual vinculado a la aplicación de la geometría al oficio y los procesos de formación. Desde este punto de vista, las marcas de cantería constituían un lenguaje secreto y simbólico que, como escribe Álvaro Rendón:

«Debía cumplir una doble finalidad. Por un lado, comunicar órdenes de trabajo y por otra simbólica, que servían para elevar el significado de la faena a emprender, contribuyendo a perfeccionarse como persona. (…) Se trataría por tanto de un conocimiento recibido durante una iniciación o captado por similitud con las cosas que observaban de la naturaleza: el sol, los astros, los granos de arena… El trabajo del cantero medieval le permitía mimetizarse con la piedra que labraba para intuir la fuerza que debía aplicar al mazo y levantar la lasca precisa.»

Como indica Bianchi, buen conocedor de la problemática que plantean los estudios gliptográficos, era el argot empleado para la construcción de las edificaciones del que se desprenden indicios sobre la transmisión del saber, los métodos de trabajo a pie de obra, las formas de organización y, en definitiva, de toda una serie de aspectos relacionados con el contexto de cómo se aplicaba la geometría al oficio. Un legado grabado en la piedra mediante toda suerte de signos y figuras que forman un corpus geométrico de gran riqueza conceptual que conjuga significado y significante para dar razón de algunos de los fundamentos del arte y la ciencia de la construcción entre los siglos XI y XIV, una antigua tradición constructiva según la cual los números y las relaciones que se establecen entre ellos son el fundamento de las reglas de proporción que se deben seguir a la hora de proyectar los edificios.

Veamos un ejemplo de este tipo de marcas de cantería a las que denominamos “marcas de trazado”. Se encuentran grabadas en los muros de la catedral de Tortosa y tienen forma de cruces. A primera vista podría parecer que fueron labradas al albur, pero si prestamos las debida atención descubriremos que los segmentos que las conforman guardan una manifiesta proporcionalidad que no es fruto del azar. Cada una de las cruces, como sucede con las marcas de honor góticas de las federaciones germánicas de constructores, tiene unas características propias que solo el análisis geométrico revela. Las operaciones que sirven para obtener sus diseños, como adviertió Álvaro Rendón tras el análisis de más de un milar de marcas de cantería, parten de una clave geométrica que podríamos calificar como primordial¡. Dicha clase está formada por un círculo y dos cuadrados inscritos rotados entre sí 45º. Los distintos tipos de cruces se trazan siguiendo la misma referencia mediante una serie de movimientos específicos realizados con el compás con una abertura igual al radio del círculo de partida.

 

Trazados de marcas de cantería en forma de cruz de la catedral de Tortosa (desarrollos realizados por Álvaro Rendón Gómez).

Sin la ayuda de la matriz geométrica que revela las claves del diseño de estas cruces de la catedral de Tortosa difícilmente vamos a poder dar una explicación completa. Como simples cruces, su significado simbólico nos remite al ámbito religioso y, en particular, al culto cristiano propio de la catedral donde fueron grabadas, pero esta información nada nos dice sobre las diferencias que hay entre ellas y sobre los patrones que sirvieron para trazarlas. Aunque podemos distinguir las cruces latinas de las griegas y éstas de las patriarcales, sin el correspondiente análisis geométrico no podremos apreciar en toda su dimensión las lecciones de geometría que se esconden tras sus diseños. De este argot canteril, cuya simbólica geométrica nos remite al desarrollo de la denominada geometría fabrorum durante la Edad Media, aún nos queda mucho que aprender. La información que las marcas de cantería nos aportan sobre la historia de los edificios donde se encuentran, el oficio de labra de la piedra y la ciencia de la construcción es muy valiosa. Las evidencias de esta tradición, que no se encuentran recogidas en los escritos debido en gran parte a las reglas de silencio propias de los gremios, están ahí mismo, labradas en los muros de los cientos de iglesias, ermitas, catedrales y fortalezas que pueblan nuestra geografía.

Cond el proyecto SIGNO queremos subrayar la importancia que tiene la preservación de este patrimonio histórico. El testimonio gráfico es muy importante para su conservación. Muchas actuaciones que se están llevando a cabo no tienen en cuenta el enorme valor de este conjunto de signos. En la catedral de Valencia, por poner solo un ejemplo, y debido a una restauración en la que se aplicaron tratamientos agresivos para la limpieza de los sillares, se han perdido todas las marcas de cantería, borrando de sus muros toda huella de la presencia de este argot. No se entiende que no se respeten las leyes que regulan las actuaciones en estos monumentos declarados Bien de Interés Cultural. Antes de realizar cualquier tipo de restauración, por mínima que sea, es obligado realizar el correspondiente levantamiento gliptográfico, lo que pasa por la recopilación y catalogación de las marcas de cantería; algo que los responsables de la actuación en la catedral de Valencia, como sucede lamentablemente en muchos otros casos, no consideraron que era importante o bien, simplemente, por desidia no destinaron la partida necesaria. Si en su día alguien se hubiera preocupado de fotografiar y catalogar las marcas de cantería no se habrían perdido de forma irremisible y hoy no sería noticia que apenas queden una decena de ellas en todo el conjunto catedralicio.

 

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Memoria del proyecto SIGNO para la catalogación de marcas de cantería - Rafael Fuster Ruiz y Jordi Aguadé Torrell